Este nuevo proyecto de Pepe Caldas ayudado por la arquitecto Chus Manzanares, ocupa toda una casita del Callejón de Puigcerdá. Hay 5 zonas bien diferenciadas: terraza antes de entrar pero también agradabilísima la de la azotea a modo chillo out, la planta de entrada la preside una gran barra de mármol macael rodeada por mesas altas informales, en la planta principal, donde el comedor, se asoma la cocina sin más separación que una mesa con “cacharreo” de cocinar, y por último, la bodega, con un rollo mucho más industrial y colorido que el resto.
“Es una tasca de siempre solo que en bonita”. Croquetas por ejemplo de espinacas, la bechamel perfecta, huevos rotos, salmorejo, ensaladas clásicas pero muy buenas, siempre guiso del día, papas arrugás en honor a su tierra, chuletón fileteado, pescados del día, fritos del sur… Lo de siempre pero de calidad y en un entorno privilegiado.